11/05/2010

Quizá mañana me arrepienta…

El silencio pausado se va propagando poco a poco, y tú ya no sonríes al hablar, los días se vuelven cada vez más fríos… el invierno llega ya.

Comienzo a sentir como mi esencia se pierde poco a poco, como he dejado que el exterior me absorba casi por completo, (y no me gusta nada como me estoy sintiendo, y no me gusta nada como me estoy sintiendo).

De pronto un día te despiertas, sin ganas de salir de la cama, te miras al espejo y descubres que ya no eres tú, miras bien, no es mentira, no eres tú, entonces diriges la mirada a tus mismos ojos, y sigues buscando; te encuentras, muy indecisa, muy pequeña, casi del tamaño de un botón, y te preguntas como rescatarte.

El problema señoras y señores, es que nos han mentido, podría ahora mismo esperar a que llegue un príncipe azul a rescatarme, pero no, para conseguirlo solo basto yo.

Junté mis pinturitas, me pinté las uñas de colores, me puse a leer un cuentito, pero sobre todo (sobre todo) busqué muy en mi interior, rescaté mis ideas primarias, y puedo decir; he vuelto… sin ninguna influencia desafortunada, sin nada que me desagrade, me he rescatado.

Sólo me queda un problema que succionar, nunca sé cuando decir no, a veces no quiero, pero me ganan los demás, otras veces quiero, y me niego, he aprendido que a veces el instinto vale más que la razón, pero ignoro cuando son esas veces, y luego claro, me confundo… ¿Y si luego me arrepiento?

No hay comentarios:

Publicar un comentario